Bajar de peso, hacer (más) ejercicio, mejorar alguna relación, formar una familia, estudiar tal curso o carrera o emprender proyectos son algunos de los propósitos más comunes que nos hacemos para el siguiente año. ¿Podrá alguno de ellos ocurrir por arte de magia o simplemente por buena suerte? Seguramente no. La realidad indica que tendrás que trabajar para poder lograrlo, y para eso necesitarás energía. ¿Y cómo es tu energía cuando estás enfermo/a o cuando llevas hábitos insalubres?
Si quieres estar a tope de energía para cumplir tus objetivos, es necesario que cuides tu salud. De hecho, cuánto más la cuides, más energía tendrás, lo cual se traduce en un mejor rendimiento físico y mental. Contrariamente, estar bajo/a de energía hará que los problemas del día a día te desborden y te generen más estrés.
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Si mejorar la relación con tu pareja, hijos, padres, amigos o compañeros de trabajo es uno de tus objetivos, necesitarás energía para poder alimentar la relación. Asimismo, es clave aprender a aceptar a las demás personas como son, sin dejar de defender tu espacio poniendo límites adecuadamente.
Incluso, la claridad mental propia de un estado energético alto puede ayudarte a tomar conciencia de ciertas relaciones que puede que te estén afectando. Con más energía podrás poner límites más fácilmente, o bien salirte de ciertas relaciones tóxicas para cerrar etapas y abrir las puertas a nuevas personas.
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Algo similar sucede con tu trabajo; puede que sientas que ya hayas cumplido una etapa y quieras algún tipo de cambio y no te animes a hacerlo. Sentirte con gran energía te dará el empujón que necesitas para poder rendir más en tu trabajo actual en busca de nuevas oportunidades, o bien para empezar a buscar por otro lado, o incluso para salirte y emprender personalmente.
Puede que actualmente te esté preocupando el estado de salud de algún familiar y quieres que se ocupe de su salud. ¿Qué mejor que predicar con el ejemplo? Es fácil decirle a alguien que tiene que comer mejor y ejercitarse más, pero difícilmente te haga caso si ve que tú no lo haces. En cambio, si ve que lo haces y tienes buenos resultados, puede que se motive (no te frustres si no lo hace, no depende de ti).
Puede que estés pensando formar una familia. Actualmente, no es extraño ver muchas parejas que tienen problemas para concebir, lo cual suele deberse a una alta carga tóxica en sus cuerpos, resultante de años de hábitos poco saludables. Recuperar o potenciar la salud será de gran utilidad durante la concepción, embarazo y crianza. No nos olvidemos que, durante el embarazo, el/la bebé se alimenta a través de su madre, tanto nutricional como emocionalmente. Debido a eso, son sus padres los responsables, consciente o inconscientemente, del estado de salud de sus hijos.
Si tienes algún plan que requiera dinero, tales como comprar un coche, una casa o realizar un viaje, por ejemplo, el tener un estilo de vida saludable te hará ahorrar mucho dinero en medicinas. Asimismo, una salud mental más estable, la cual tiene relación directa con la salud física, hará que requieras de menos consumo como método de escape de insatisfacciones. En otras palabras, necesitarás comprar menos como método de satisfacción instantánea. Un estado de salud pleno te hará más consciente en tus hábitos de consumo.
Ver también: visión holística de la salud
Además, llevar un estilo de vida saludable te brindará mayor tranquilidad mental, de manera que podrás conectar con tu esencia. Esto te posibilitará emprender proyectos o aprender nuevas cosas relacionadas a tu propio cometido vital.
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“Sin salud la vida no es vida, sino sólo un estado de languidez y sufrimiento, una copia de la muerte. Mantener el cuerpo saludable es nuestro deber, de otra forma no podremos tener una mente fuerte y clara.”
Buda Gautama
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En definitiva, tener hábitos poco saludables hará que estés bajo/a de energía, lo cual podría llevarte a que no cumplas tus objetivos y te frustres, a la vez que afectaría tus relaciones y tu propia salud mental. Contrariamente, tener suficiente energía vital hará que puedas conectarte con tu esencia, seguir lo que dicta tu corazón y mejorar las relaciones con quienes más te importa, sin dejarte de lado a ti mismo/a.
Ver también: 6 principios para una energía superior
Tu salud es, entonces, la base sobre la cual se construyen tus propósitos del próximo año.
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