Día 4 DETOX

CARTA DE TU SÍNTOMA PARA TI

Hola, soy tu síntoma y tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue.

Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de “paz” impreso en la espalda? No, ¿verdad?

Entonces, ¿por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser “sutil” y “suavecito” cuando debo darte el mensaje? Me golpeas, me odias, con todo el mundo te quejas de mí, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Día tras día, intentas taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar con brujas y adivinos para que de forma “mágica” yo me vaya de tu cuerpo. Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un iceberg con el que vas chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo? Para ti, yo el síntoma, soy “La Enfermedad”. Qué cosa más absurda. No confundas las cosas. Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas. Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme. Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma. ¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad eres tú, es tu estilo de vida, son tus emociones contenidas, eso sí es la enfermedad.

Y ningún médico aquí en el planeta Tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, hacerme desaparecer. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Cuando yo, “el síntoma”, aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte de que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿por qué apareció este síntoma en mi vida? ¿qué querrá decirme? ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y cuanto más rápido seas consciente del porqué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Por favor, déjame sin trabajo. ¿O piensas de verdad que yo disfruto con lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo. Estoy harto de que digas: “Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético”. “Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar”. “Siempre yo con mis migrañas”. Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada vez que me presumes, realmente estás diciendo: “Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, mírenme, mírenme!”.

Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa. ¡Cuánto antes lo hagas, más rápido me iré de tu vida!

Atentamente, El síntoma.

Fuente: Luz Plena (Página de Facebook)

Descanso

Por otro lado, les invito a evaluar sus hábitos de descanso y sueño, y hacer cambios en caso de ser necesario.

¿Cómo creen que funcionaría un celular si no lo cargáramos? La batería se agotaría… De forma parecida, necesitamos cargar nuestra propia “batería”, y eso se hace durmiendo adecuadamente en la noche, y también con ciertos descansos durante el día, así sean de 5 minutos.

“Cada hora dormida antes de las 12 vale por dos horas dormidas luego de las 12”, escuché alguna vez en círculos higienistas, y en mi experiencia creo que es cierto. ¿A qué hora te acuestas normalmente? ¿A qué hora te levantas? ¿Te levantas con energía o sientes que podrías seguir durmiendo varias horas más? Esto último es indicio de si estamos descansando lo suficiente.

Como regla general, invito a quienes se acuestan luego de las 11.30pm a que evalúen la posibilidad de acostarse más temprano, al menos por los días que dure este DETOX. Si le damos suficiente descanso al cuerpo, éste tendrá más energía para eliminar, y así limpiar más, que es la idea por la que estamos acá.

Cada un@ evaluará qué tanto puede hacer. Si alguien se acuesta a las 3am, pasar a acostarse a la 1am es un avance. Como regla general invito a que HOY se acuesten una hora antes de lo que hacen normalmente. Más que eso, no daré indicaciones específicas, sino que invito a tomar conciencia individualmente.

Como sugerencia, se puede establecer una hora máxima para el uso de pantallas, ya que la luz artificial nos inhibe la secreción de melatonina, que nos induce al sueño. Asimismo, sugiero descansar con la mayor oscuridad y silencio posible; esto lo digo porque muchas personas suelen dormir con la TV encendida, y esto no permite que el descanso sea profundo (esto lo hacen porque dicen que sin ruido se le vienen muchos pensamientos a la cabeza; hay que hacerse cargo de esa “sombra”…)

¿Tienes contacto con la luz solar? Sé que en esta cuarentena puede ser más complejo, pero lo cierto es que el sol nos ayuda a segregar serotonina durante el día, lo que a su vez hace que podamos segregar más fácilmente melatonina en la noche. El sol tiene muy mala fama, y es cierto que el sol fuerte del mediodía puede ser un problema, pero tomar sol antes de las 11am y luego de las 3 o 4 pm (depende la época del año y el lugar del mundo), no suele ser un problema. En este sentido, yo aplico el sentido común. Si me incomoda y siento que me quema, está siendo dañino. Si no me incomoda, no me daña. Observemos a los animales como los perros, ovejas o vacas; en horas del mediodía buscan la sombra, en otras horas se quedan al sol sin problema. Sobre el tema cuarentena, yo tomo sol a través de la ventana de mi cuarto. Si se quiere, se encuentran maneras 😉


En este enlace puedes acceder al día 5

Por un trabajo más personalizado, contáctame directamente