Los planes de desintoxicación están de moda: probablemente hayas visto planes retiros de ayunos o détox con jugos verdes anunciados por muchos lados. Sin embargo, un programa de desintoxicación es mucho más que solamente limpiar el cuerpo. Sí, puede servir para perder algunos kilos, pero los beneficios más importantes transcienden lo físico. De hecho, si no se aprende a comer y a gestionar la ansiedad adecuadamente es probable que una vez culminado el programa se recuperen los kilos, y hasta se suba alguno extra bajo el famoso efecto rebote.
Un détox puede ayudar para afrontar prácticamente cualquier problema de la vida. Puede que pienses que estoy exagerando, pero realmente no lo estoy. Es que un programa détox llevado adecuadamente sirve para recuperar energía, que es clave para la recuperación de la salud física y mental, y para trabajar en solucionar problemas. Adicionalmente, un détox puede servir para que te conectes con tu propia esencia, entre otros beneficios.
Lee también: La energía es todo
Tabla de contenidos
¿Cuáles son los beneficios de un détox?
Los beneficios a continuación suceden en mayor o menor medida en todas las variantes de un programa détox, siendo más o menos intensos dependiendo el programa, la cantidad de tiempo, la toxicidad de la persona, el descanso y la apertura de la persona al proceso.
El ayuno hídrico sería la forma de maximizar el proceso de desintoxicación, pero requiere ciertas condiciones de inactividad y descanso para poder sacarle mayor provecho. Un ayuno puede ser muy catártico, siendo demasiado abrumante para algunas personas. Variantes de un ayuno podrían ser un “ayuno” de jugos verdes o jugos de frutas, o comer todo crudo por un tiempo (frutas y verduras), las cuales se pueden hacer siguiendo una vida normal. Incluso, los beneficios mencionados a continuación pueden darse a raíz de un cambio de dieta radical o gradual, aunque de esta manera llevarían más tiempo en florecer.
En definitiva, la forma de proceder depende de cada persona, pero en todos los casos en que haya desintoxicación habrá un aporte de energía que generará los beneficios expuestos a continuación.
Mejoramiento de la salud física
Debido al ahorro de energía producto de una menor o nula ingesta de alimentos, el cuerpo desencadena procesos de limpieza, desintoxicación y regeneración necesarios para la curación. En particular, el cuerpo eliminará la carga de toxicidad comúnmente acumulada tras años de malos hábitos (mala alimentación, consumo de tóxicos, inadecuado descanso, estrés, etc.) y regenerará tejidos dañados (músculos, huesos, órganos).
Por ejemplo, es normal que en estos procesos regresen dolores de viejas lesiones, lo cual significa que no habían sido sanadas completamente. Asimismo, en casos de problemas digestivos, un détox le permite al organismo regenerar la mucosa digestiva, lo cual sirve para reducir o eliminar problemas como gastritis, estreñimiento o hinchazón. Incluso, enfermedades crónicas pueden ser revertidas en estos procesos.
“En general, todas las enfermedades se ven favorecidas por el ayuno. Aunque en realidad el ayuno no cura nada. Es el cuerpo el que se cura en el proceso de ayuno. El organismo vivo tiene el poder de auto curación como parte del poder de curación y regeneración de toda la naturaleza”
Dr. Karmelo Bizkarra
La frase anterior hace referencia al ayuno, sin embargo, también aplica a otros planes de desintoxicación.
Lee también: ¿Qué es la medicina higienista?
Sanación de emociones
En la sociedad actual es normal tapar emociones con comida, entre otras formas de evasión (alcohol y otras drogas, exceso de trabajo o entretenimiento). Tenemos un mal día y nos atiborramos a comida como auto “premiación” para superar la mala pasada. Estamos tristes y comemos para no sentir. Tragamos emociones y comestibles conjuntamente.
Sin embargo, en un détox o ayuno, es normal vivir estas emociones a flor de piel. La tristeza no vivida (reprimida) aflora, lo cual es necesario para superarla. La tristeza nos quiere decir algo; generalmente quiere decir que no estamos yendo por el camino adecuado y es necesario replantearse cosas. La tristeza también nos hace cerrar etapas, ya sea un duelo por fallecimiento de un ser querido como culminación de relaciones de pareja, amicales, laborales o incluso mudanzas de país o ciudad.
Otras emociones que suelen liberarse y salir a superficie con fuerza son el miedo y la ira. Nuevamente, se hace necesario expresarlas y entenderlas, ya que si están dentro es porque en algún momento nos querían dar información y no se procesaron adecuadamente.
Reencuentro con la propia esencia
En un détox nos quitamos aquellas capas de cebolla que hemos venido cargando pero que en el fondo no nos pertenecen, y así nos reencontramos con nuestra propia esencia. Nos conectamos con nuestro corazón y (re)surgen deseos de querer emprender proyectos que nos apasionan. Estos sentimientos normalmente son tapados por querer agradar a otros (padres, pares, sociedad en general), creencias limitantes o miedos.
En otras palabras, es normal que en estos procesos las personas se conecten con proyectos relacionados a su propia esencia y quieran cambiar de profesión, de trabajo o de lugar donde viven, por ejemplo. Esos deseos ya existían antes, ya sean conscientes o inconscientes, pero debido a una falta de energía era inviable llevarlos a cabo. Por ende, estos procesos son extremadamente útiles en momentos de confusión o crisis personales.
Cambios en las relaciones
Un détox puede para mejorar, o ayudar a culminar, relaciones, ya sea de pareja, con familiares, amigos o laborales. Por ejemplo, puede que una persona se dé cuenta que no la están dejando ser ella misma o que está siendo maltratada por una pareja. O quizás ya se había dado cuenta antes pero no podía poner límites por falta de energía. O bien identifica situaciones en que estaba haciendo cosas que no quería simplemente por agradar a otros o por el qué dirán. Todo esto sucede gracias a una mayor claridad mental producto de un mayor nivel de energía mental.
En estos procesos es común que se expresen emociones, a diferencia de las prácticas comunes de represión. Se dice que en un détox se abre la ventosa y sale todo lo que tiene que salir. Y lo que sale no es nuevo ni ajeno, sino que son cosas que son parte de la esencia de la persona o bien emociones que habían sido reprimidas. Esta expresión de sentimientos auténticos puede servir para mejorar algunas relaciones, y para terminar otras que no encajaban en la vida de la persona. En otras palabras, es muy común que en estos procesos se tome fuerza para terminar relaciones en las que no se respetan los espacios, o que en general no funcionan, para dar paso a nuevas y mejores oportunidades en todos los ámbitos mencionados (pareja, amigos, trabajo, etc.).
Precauciones al realizar un détox
Primero que nada, es clave que la persona entienda que habrá síntomas de desintoxicación desagradables, los cuales son inevitables en todo proceso de mejoría, y que significan que el cuerpo se está limpiando. Por tanto, por más que sean difíciles de llevar, son positivos para el cuerpo. Estos pueden incluir dolores de cabeza, alergias, vómitos, diarreas, erupciones en la piel, tos, mucosidad, fatiga, boca pastosa y mal aliento, entre otros. Este síndrome de abstinencia es similar al que le ocurre a un alcohólico o a un drogadicto cuando dejan de beber o consumir su droga.
Lee también: Por qué es normal sentirse débil al inicio de un cambio de dieta
Por otro lado, para comenzar un détox es necesario que la persona confíe en el proceso, porque si no ante el primer problema puede querer abandonarlo y si lo hace inadecuadamente puede terminar pasándola mal. También tiene que estar segura que los familiares u otras personas cercanas no le van a boicotear el proceso. Es posible (y altamente probable) que haya al menos un familiar que esté en desacuerdo con el proceso y que hasta quizás se asuste. Por ende, hay que saber cómo gestionarlo, porque si esa persona se asusta ante los síntomas de desintoxicación normales, puede que quiera llevar a la persona al hospital y terminaría siendo un proceso inútil.
Por último, en los procesos de desintoxicación más catárticos (un ayuno más que nada) es normal que la energía del cuerpo se dirija a los órganos internos para llevar a cabo la limpieza, por lo que hay poca energía en la periferia (músculos). Esto hace que se haga difícil llevar a cabo la vida normal, y que sea necesario descansar más que lo común. La advertencia más importante es que esta carencia de energía momentánea hace que pueda haber mareos y hasta desmayos, los cuales no son peligrosos por sí mismos, pero sí pueden llegar a ser fatales si al caer la persona se golpea la cabeza. Esto requiere que durante un détox severo o ayuno, los movimientos tienen que ser lentos y conscientes.
En un détox no se pasa hambre
Contrariamente a lo que la mayoría de las personas pueden pensar, durante un détox o ayuno no se pasa hambre. Si es un détox con jugos o frutas, el cuerpo seguirá recibiendo nutrientes, y probablemente se sienta mucho más nutrido que hasta entonces. En caso de ayunar, el cuerpo consume sus propias reservas, por lo que no pasa hambre. Todo adulto tiene grasa suficiente como reserva para ayunar durante 4 semanas o más. Incluso, en sociedades como la latinoamericana donde 3 de cada 4 adultos tiene sobrepeso u obesidad, éstos podrían ayunar por muchas más semanas.
Además, no hay que olvidarse que por más que actualmente en las ciudades tengamos tiendas abiertas las 24 horas del día, esto es algo muy nuevo en la historia de la humanidad. Por millones de años nuestros ancestros lucharon día a día por poder sobrevivir, y por momentos tenían que estar varios días sin comer. Dicho esto, fisiológicamente estamos adaptados para poder subsistir a momentos de carencia de alimentos, con las reservas suficientes.
El hambre que se puede sentir en estos procesos es un hambre psicológica. Es decir, la persona viene acostumbrada a utilizar la comida para sociabilizar o para contrarrestar momentos de aburrimiento, ansiedad, estrés, tristeza, miedo e ira, entre otras emociones, que al enfrentarse a una situación en que no come o bien come menos, tiene que hacerse cargo de esas emociones por sí misma.
Un détox como inicio de un cambio de vida
De poco sirve realizar un proceso de estos si no se realizan cambios a posteriori. Si no se aprende a comer adecuadamente y a gestionar el hambre real, se volverá a comer para tapar emociones y el efecto rebote será catastrófico.
Muchas veces nos vemos paralizados en una situación incómoda simplemente por tener insuficiente energía para pensar claramente o para realizar cambios. En estos procesos la energía ahorrada en la digestión se aprovecha para cuestionar el estilo de vida actual, identificar las áreas donde se está perdiendo la energía actualmente y realizar cambios. De esta manera la persona recupera energía para encaminar su vida por el camino que le indica su corazón, en todos los ámbitos (relacional, laboral, espiritual, etc.).
Lee también: Visión holística de la salud
¿Te gustaría realizar un proceso DETOX? Conoce mis planes DETOX.